sábado, 31 de octubre de 2020

LA LECTURA

 


La lectura es ese acto donde uno se pierde para encontrarse. Es un acto de evasión que enriquece.

Al leer, nos comprendemos mejor como seres humanos y sociales y, por sobre todas las cosas, comprendemos mejor al prójimo. Leer es un curso de empatía acelerado. Cada personaje que te atraviesa te deja un modelo y una enseñanza haciéndote comprender que el mundo puede ser uno sólo pero los lentes con el que los miramos son numerosos y variados.

La lectura es una actividad de profunda soledad pero que tiene una vertiente social. Al comentar, al recomendar, al intercambiar comentarios, vamos enlazando hechos y personas en un vínculo que no se rompe fácilmente: "lo que el libro une nada lo desune" me gusta decir siempre que tengo la oportunidad. Asimismo, en ese acto con el otro, el viaje se enriquece por la visita a territorios a los que uno no tiene pensando asistir. Abrir un libro es conocer el punto de partida pero nunca las estaciones intermedias y mucho menos la llegada.

Muchas veces me ha pasado, a lo largo de los años, encontrarme con la palabra helada ajena que vociferaba que no podía ser que yo estuviera leyendo todo el tiempo, en todo momento, en todo lugar. Y me respuesta era siempre la misma: ¿acaso la vida ofrece algo mejor?
No soy un soñador, ni una persona fantasiosa, ni mucho menos una persona que no está comprometida con la realidad pero, sin embargo, para mí todo lo interesante de este mundo tiene tinta y solapas.
A su vez, la lectura es una manera de intervenir en la realidad y tratar de modificarla. El lector nunca es una persona en quietud, ni solamente un receptor. Quien piense eso de nosotros se equivoca.  Tampoco soy un fundamentalista que considero que los lectores estamos por encima de las otras personas. Pero sí considero que somos seres mágicos.
Si uno ve, en cualquier lugar, en cualquier momento, un suceso extraordinario que le llame la atención, sea por la razón que sea, se va a dar cuenta que, de seguro, habrá uno o más lectores detrás de eso. Fíjense sino un transporte público, un bar, o un lugar público. Si dos lectores se encuentran no van a poder evitar estirarse y retorcerse para ver lo que lee el otro; incluso a veces se produce algún comentario.
Todo lo mejor que me ha pasado en la vida está relacionado con un libro. La palabra es el único poder que reconozco. Y si, acaso, estás harto de que la suerte te esquive, la gente te dañe, o la jornada te corte en pedazos lo único que tenés que hacer es tomar un libro y leer.
Los libros no te lastiman, ni te engañan, no te abandonan, tampoco te dejan solo. Los libros son bálsamos que usan tu propia esencia para volverte algo mejor. La lectura hidrata tus vertientes secas y golpeadas por una vida que se olvida que tenemos un límite. El libro es la recompensa de los supervivientes.

3 comentarios:

  1. Ame tu pensamiento..
    Todo se resume en una sola frase "Los libros son bálsamos que usan tu propia esencia para volverte algo mejor "

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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